Carolina Pecharromán
¿Cuál es el mayor orgullo, la mayor satisfacción para el conjunto de las Nietas de la Memoria?
Creo que todas estamos disfrutando del efecto que tienen estos relatos en varios niveles. En primer lugar, para las propias protagonistas -las madres y abuelas- y, por extensión, sus familias y las otras madres y abuelas que se identifican con ellas, que ven reconocidos en estos relatos y en este libro sus propios esfuerzos y el duro camino de lucha que tuvieron que recorrer sin apenas herramientas que las ayudasen y sin recibir el reconocimiento que se merecían. Este homenaje es de justicia y es un placer ver cómo se cumple y cómo muchas de ellas lo reciben todavía en vida. Por otro lado, también nos llena de satisfacción el ver cómo se abre la inquietud, la curiosidad de tantas personas que miran con nuevos ojos a sus madres y abuelas, a las mujeres que pasaron una vida sometidas a la tiranía del machismo, silenciadas y que de forma tan generosa lo dieron todo por los suyos. Es hora de corresponderlas. Siempre animamos a la gente joven a que les hable, les pregunte, las escuche y creo que este libro humildemente ha contribuido a ello. Como prueba, las historias que van llegando a nuestro blog.